Existe un mito griego donde el rey Midas de Frigia (siglo VI aC.) es protagonista. Seguramente por la enorme riqueza acumulada durante su reinado, se creó la historia donde Dioniso le otorgó el don de convertir todo lo que tocara en oro, pero el problema apareció cuando quiso alimentarse, y la comida también se volvía oro. Para no morir de hambre, pidió que el don le fuera quitado, lo que ocurrió después de ir a Lidia para bañarse en el río Pactolo (lo que explica además por qué en sus alrededores se encuentra un gran yacimiento aurífero). "Tener un toque dorado" se puede referir a quien hace buenos negocios, que todos sus emprendimientos son exitosos y aumentan su fortuna, como una alusión a la leyenda de Midas.
"Yo no sé lo que es tener un toque dorado, más bien tengo un toque de lata."
Usado así en México